Hoy me he dado cuenta mientras iba por la calle de que tengo más posibilidades de morir en un accidente de tráfico que de que me toque la Primitiva. Es pura matemática, si sumáis número de muertos y número de posibilidades...sale un porcentaje significativamente superior. Claro que la estadística es la estadística y si fuera una ciencia certera sería fácil ganar a los dados. Así que espero que me (nos) toque la Primitiva.
Acabo de ver «El nombre de la rosa» por segunda vez en tooooooda mi vida. Me la trajo Papá Noël. La peli me parece interesante pero tampoco es la bomba. La historia me parece fantástica y el libro imprescindible. Si todavía no habéis tenido la suerte de leerlo, no se a que esperáis.
Leo en el periódico que el Estado español va a mandar una serie de ayuda a las víctimas del terremoto y bla bla bla. ¿Por qué no se ha hecho antes? Nuestros próceres estarían de vacaciones tomando turrón y es ahora cuando se acuerdan...para salir en la prensa. Cada vez pienso más que me he equivocado de mundo. Yo no debería haber nacido en éste. O lo que piensan algunos budistas: que el infierno es esto y que nos reencarnamos en él hasta que purificamos nuestro karma. Si es así espero que más de uno/a se reencarne unas cuantas veces, y no en rico/a heredero/a precisamente.
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