Esta mañana hemos tenido que sacrificar a Boni. Tenía casi 17 años y cuando nos hemos levantado no podía moverse. Ha sido triste pero no ha sufrido. La echaremos de menos.
Lo siento y me alegro. Lo siento porque siempre da pena despedirse de alguien a quien se quiere. Me alegro porque, ahora que han pasado sus largos años, se puede asegurar que ha tenido una buena vida, rodeada de cariño. Y eso siempre es motivo de alegría.
1 comentarios:
Vaya, lo he leído ahora.
Lo siento y me alegro.
Lo siento porque siempre da pena despedirse de alguien a quien se quiere. Me alegro porque, ahora que han pasado sus largos años, se puede asegurar que ha tenido una buena vida, rodeada de cariño. Y eso siempre es motivo de alegría.
Un abrazo!
Publicar un comentario
<< Inicio