21.10.04

Vuelvo a leer en un blog que he visitado, sobre el caso de acoso de Nevenka Fernández. Y yo, como soy un poco idiota, vuelvo a indignarme por lo que leo. Voy a intentar explicar, por enésima vez, mi punto de vista sobre ese caso, y que seguro se puede aplicar a muchos otros.

La señorita Nevenka Fernández, teniendo novio, oséase estando ?comprometida?, mantuvo relaciones sexuales voluntariamente con su jefe, el alcalde Ismael Álvarez. Esta es una parte del caso que ahora obvian los medios que escriben sobre el tema. Cuando se le preguntó el por qué, la señorita Nevenka Fernández respondió que aceptó ante la insistencia de Ismael Álvarez. Vamos, que entonces no hubo acoso.

A ver, que yo me aclare, si yo cojo a alguien que me atrae y me paso los días diciéndole que se acueste conmigo?¿al final la convenzo? No lo creo. No se tú, lectora, pero supongo que si alguien te insiste mucho eso no es óbice para que eches un polvo con él para ?probar?. Lo lógico sería que te plantases y le acusaras de ?acoso?. Porque eso es ?acoso?, y si no me crees míralo en el diccionario. Si además tienes novio formal?eso tiene un nombre diferente.

Aquí un apunte importante: NO estoy disculpando a Ismael Álvarez. Creo que es un acosador y que por tanto debe pagar ante la ley. Pero dejémonos de satanizar a los hombres y de ?angelizar? a las mujeres y seamos objetivos.

Textos como el del Bierzo Noticias, un diario supuestamente ?independiente? de Internet y que dice cosas como ??Nevenka Fernández, que compareció ante la sala visiblemente nerviosa. Del estado de nerviosismo de Nevenka es fiel reflejo el hecho de que en el momento de entrar a la Sala del TSJCYL estuviera a punto de caer al suelo tras tropezarse con los escalones que la conducían al estrado, donde compareció vestida con chaqueta y pantalón negros y buscando con la mirada a su padre, Juvencio Fernández, al que pidió que permaneciera durante todo el interrogatorio ocupando uno de los bancos de las primeras filas entre el público. "Quiero que estés ahí, quédate papá", imploró la joven.? (http://www.bierzonoticias.com/bierzo1-2.htm) son tendenciosos y nos dirigen sutilmente al lado de la supuesta víctima. Sobre todo porque está escrito ANTES del veredicto de los jueces y nadie es culpable, creo yo, hasta que se demuestre. Y también los alemanes que se presentaron al Juicio de Nuremberg tropezaron con los escalones e imploraron el perdón de sus captores. Por supuesto que no quiero equiparar a esta señorita con un grupo de nazis asesinos pero pretendo que os fijéis en el subrayado: nerviosa, implorando, ¿y a mi qué me importa cómo iba vestida?

Por supuesto la noticia no está firmada.

Pero el caso de El Bierzo Noticias no es único. Esa manipulación de la información en lo referente al acoso y a los malos tratos se está dando diariamente en la prensa. Se trata de demonizar al macho, de hacer creer a todo el mundo que somos los peores y que las pobres mujeres están indefensas. Es cierto en la mayoría de los casos: hay muchas mujeres indefensas, hay mucho macho hijo de puta. Pero no es bueno generalizar y la realidad no es siempre como nos la pintan. Sobre todo si genera noticias y permite que aumenten las ventas.

Hace poco me contaba mi amigo Javi que conocía de cerca el caso de dos abuelitos en el que el marido mató a su mujer después de 60 años de matrimonio. Obviando la barbaridad del crimen ?que lo fue-, Javi me contaba que mientras la prensa se explayaba en ese morboso detalle, los habitantes del pueblo comentaban que entendían perfectamente que aquel hombre a su edad se hubiera vuelto loco y matado a su esposa. ¿Por qué? Porque la buena señora llevaba 60 años torturándole día a día comportándose como una mosca cojonera. ¿Alguna vez habéis sufrido una mosca cojonera todo el día? Yo sí. A veces han sido mujeres y otras veces hombres. Mi hija, que es adolescente, hay días que me vuelve loco. Parece empeñada en que la castigue. ¿Os suena? Ahora multiplicad esos ?días? por 60 años, por un adulto, por una cabeza que a los 75 deja de funcionar bien y entenderéis porque aquel hombre mató a su mujer. Pagará por ello, porque por supuesto es un delito y debe pagar por ello. Lo que yo quiero remarcar es que nuestra opinión es fácilmente manipulable dependiendo de los datos que se nos den.

Volvamos al caso de Nevenka Fernández. De lo que me quejo es del tratamiento que se le da en los supuestos ?medios? independientes.

La imagen más clara de que algo anda mal en nuestra sociedad es esa ley que nos ha intentado vender recientemente el PSOE: defendía solamente a las mujeres. ¿No somos iguales ante la ley?, ¿no hay acosadoras? Pues sí, si que las hay, y además somos iguales, hombres y mujeres. La diferencia está en las penas, en los agravantes a las condenas que se deben imponer a los maltratadores. No es igual maltratar desde la igualdad que desde una posición de poder. Por eso debe ser castigado Ismael Álvarez, porque usó su ?poder? para intentar obligar a Nevenka Fernández a continuar una relación que ella había abandonado. Pero ni Ismael es el demonio que nos pintan en los medios ni Nevenka es ese pobre ángel que tropieza al subir al estrado e implora a su padre que escuche su testimonio. Las cosas no son tan simples.

Y un último apunte. Mary W. Shelley, que sabía mucho, escribió Frankenstein o el moderno prometeo. Todos conocemos la historia: el doctor Víctor Frankenstein crea un monstruo a partir de restos de cadáveres, enloquece, mata a su creador y al final la criatura es cazada como un animal.

Voy a haceros una pregunta: ¿quién es el malo de la historia? Pues depende de cómo nos la cuenten. El bueno puede ser el pobre profesor Frankenstein que intenta que la humanidad pueda vivir eternamente pero el monstruo que crea se vuelve loco, le mata y destruye todas sus ilusiones. O?¿os habéis parado a pensar si el malo puede ser el que crea el monstruo? En mi opinión, Shelley, quería mostrar esa dualidad. ¿Quién es peor?, ¿el monstruo o el creador? Pararos a pensar un poco, ¿sois unos monstruos?, ¿lo sois? Seguro que lo sois para alguien: para un ex novio-a, para un antiguo jefe, para un compañero de trabajo, para un familiar?y es que igual por culpa de las circunstancias os habéis convertido en un ?monstruo? en alguna ocasión. Pero, ¿quién es el más culpable?, ¿el que os transformó en monstruo?, ¿el que sacó lo peor que lleváis ?llevamos- dentro? ¿O vosotros que no supisteis controlaros?

Yo creo que todos tenemos parte de culpa en estas cosas. Creo que Ismael Álvarez hizo mal, hizo muy mal; se comportó como un monstruo; pero también creo que Nevenka Fernández ayudó a forjarlo y cuándo vio lo que había creado pidió ayuda. Fue Víctor Frankenstein y ahora se da caza al monstruo que creó.

Por favor, seamos ecuánimes, contemos las historias como son de verdad y dejemos de manipularlas para que encajen con lo que se ?lleva?, con lo que está de moda.