"Hoy veo en tus ojos que el sexo que tienen con él no es muy bueno. I know you: tus ojos no pueden (ni siquiera lo intentan) mentirme. Es entendible, otra cultura, otros climas. La neblina, esa humedad fría que nos venden las historias de Sir Arthur Conan Doyle: Baker Street. También puedo leer (fuck, odio este lenguaje psicoanalítico que me está minando) otras (muchas) cosas. Tu forma de gesticular mínimamente. La comisura de los labios. La apenas semisonrisa con esos blanquísimos hipnotizantes dientes.
Es tiempo de que lo sepas. Aunque, desde ya te aclaro: el momento en que tus ojos leen esto no hacen mas que soplar las cenizas de una hoguera ritual de lo que fue una civilización antigua y que hoy apenas si sospechamos. Es decir: Ahora todo esta vencido. Si puedo escribirlo, bajarlo al papel es porque ya ni me importa: nevermind, whatever.
Lo que me hace mal es buscar en tu vos, en tu conversación un dejo de esperanza. Que algo me confirme que no estoy haciendo mal. Buscar, obsesivamente una pequeña porción de polvo cósmico que signifique algo: hope."
Escritor argentino sin publicar...
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