Al final y a pesar de lo que pidieron los familiares de las víctimas, nuestra maravillosa iglesia "oficial" ha hecho sonar las campanas. Una más en la frente para recordarnos que el único Dios verdadero es el que ellos proponen y que son los reyes del mambo. Este país es de juguete y ZP un soldadito de plomo.
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Confesiones de un petardo
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