Hay días que hubiera sido mejor no levantarse. Vengo hecho polvo, no tengo ningún motivo en concreto, sólo que acabo de estar con un amigo y me ha dejado hundido porque me ha ?restregado? su suerte y lo bien que le va. Eso no se hace con alguien que lleva más de un año en paro y más si estás tan ?bien? porque te han enchufado donde estás, sin embargo eso parece habérsele olvidado y ha pasado las dos horas que hemos estado juntos contándome su maravillosa vida, apenas he podido ni hablar de lo que le importaba transmitirme lo feliz que era y cuando conseguía que me escuchara un momento, cambiaba de tema y retomaba su favorito: su felicidad. No quiero pensar que lo haya hecho adrede, no le creo capaz de eso, simplemente creo que es tan insensible como lo es la mayoría de la gente; te adoran cuando estás arriba pero cuando no les sirves para nada no eres más que una inmensa oreja para escuchar lo maravillosa que es su vida, aunque la tuya sea una mierda.
Quizás es que soy un envidioso, pero la verdad es que me siento sin suerte, triste y aburrido de todo. He estado esta mañana también con un apoyo del INEM para que me diga que todo está muy mal y que a ella también la despiden la semana que viene y que para junio, si sigo en paro, puedo llamarle para que sigamos ?trabajando? en mejorar mi currículum.
No sé que hacer ni que decir, me voy a la cama a ver si se me pasa y mañana amanece de otro color que no sea el gris habitual. Pero lo dudo.
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