18.2.04

Hoy llevaré a Boni al veterinario. La pobre está muy mayor y además de que hay que vacunarle, no sé muy bien de que pero él si que lo sabe, tengo que contarle que le cuesta horrores subir las escaleras. También se queja de una de las patas traseras, se levanta de repente y llora. Otro achaque es que ahora ronca estrepitosamente: debe tener algo de insuficiencia respiratoria. La edad no perdona y la pobre tiene más de 13 años que en una persona sería el equivalente a estar cerca de los 80. Se encuentra bien para su edad, y hasta el momento ni había necesitado medicarse ni los achaques le suponían un problema, a partir de ahora será peor.
Ayer añadí un nuevo capítulo a las Pesadillas, no estoy demasiado satisfecho con el resultado, pero tampoco quiero empezar de nuevo y retocarlo, tiene su gracia escribir por "impulso". Cuando lo termine, que alguna vez lo haré, lo revisaré entero. Ahora me pasa a veces que cuando hablo de como van vestidos los personajes, del tiempo, de la hora...me pierdo un poco y claro, no tendría sentido hablar de un "abrigo" si yo hago transcurrir la historia en pleno verano. Eso se arregla sin hacer referencias temporales o de situación y así lo intento, pero en algunos casos es inevitable. Fijaros en algunas novelas como elementos como el tiempo, atmosférico u horario, son casi unos protagonistas más de la historia. Yo intento que lo sea la vida interior de los personajes, que lo que ocurra sea lo que desencadene sus sentimientos y que hablen al lector de ellos para que se identifique. ¿A que suena pedante?
Un tercer tema es hablaros de un pequeño rebote. Pequeño porque la persona que lo ha provocado no merece mucho más. Tengo una amiguita de los tiempos de la facultad que supo que yo estaba jodido y ni se molestó en mandar un email para peguntarme. Eso sí, me contó -en email dirigido a todos sus colegas- sus maravillosas vacaciones en los lugares más remotos del mundo. También de vez en cuando me regala "joyitas", con emails de respuesta a mis mensajes de bromas -que también van para todo el mundo y no sólo para ella- , en los que dice cositas del estilo " como me gusta que te acuerdes de mi". Ya. Pues me escribe hace un par de días para contarme que está "postrada en el lecho del dolor por culpa de una tabla de snowboard". Pobre. No da detalles, simplemente comenta eso, que lleva diez días fastididada. ¿Quiere que le llame para preguntarle que le ha pasado? Eso me parece. ¿Lo voy a hacer? Nooooooooooooooooooooo. A mi también me gusta que se "acuerden" de mi. Siento lo de su caída pero creo que sobrevivirá y que mi apoyo "moral" no le hace falta para nada. A lo mejor al final me estoy volviendo malo, quien sabe, ¿estaré empezando a cambiar? Todo llega y 42 años de experiencia para algo deberían servir. ¿No os parece? No creo que ella lea esto, hasta donde yo sé no lo hace, pero si ese es el caso le deseo que se mejore y que su vida sea larga y próspera, que se siga riendo con mis emails que es para lo único que sirven y para lo único que se los mando.