El fin de semana y más

Últimamente hago pocas cosas los fines de semana. Este no ha sido diferente. El sábado Underworld Evolution -bastante más aburrida que la primera aunque ver a Kate Beckinsdale en pelota es un placer-. Luego cena con amigotes y a casa prontito.

El domingo Jarhead de Sam Mendes -un auténtico coñazo de película llena de tópicos- y partida de cartas vespertina. Gané, por cierto. :)

Hoy mi jefe estaba tristón. O al menos eso parecía. No se si preocuparme o no hacerlo, igual es un problema de su vida privada o tiene que ver con que el programa hace una audiencia pequeñita pequeñita. Me ha encargado una pieza que luego no le ha gustado. ¿Por qué? Yo creo que él la ve en su imaginación y luego no se parece a lo que el ha supuesto. A veces -como hoy- me da indicaciones concretas y lo medio arreglamos, otras veces no y se pierde el trabajo hecho. Es difícil hacer piezas con sentido del humor. Las que le hacen gracia a él no nos hacen gracia a nosotros y viceversa, coincidimos en muy poco. Con el tiempo, si nos dejan, irá mejorando el 'feeling'.

El jueves pasado tuve reunión de vecinos de 'ésta nuestra comunidad'. ¿Cómo es posible escuchar tantas tonterías en tan poco tiempo? Además lo que me sorprende es que hay algunos que las repiten una y otra vez en cada reunión, como un disco rayado, aunque ya se les ha explicado que 'eso es así y bla bla bla'; ellos vuelven a repetir su cuento en cuanto te descuidas. Al final las decisiones que deberíamos haber tomado en 15 minutos se tomaron en 1 hora y eso que yo enseguida pongo el freno y los mando a freir monas. Sólo nos queda un mes de presidencia. No veo el momento en que se acabe.