12.7.03

Estoy un poco harto de contar mis penas laborales. Lo único que consigo es acordarme de ellas una y otra vez, así que no quiero seguir dando la paliza. Os voy a terminar aburriendo y cada vez parece que hay más gente que me lee así que no quiero que eso ocurra.
Lo primero, decir desde aquí que echo de menos chatear con Merche. Supongo que me leerá, aunque está más liada que la pata de un romano; pues eso, que seguro que aunque no coincidamos saca un ratito para leerme y desde aquí le mando todo el cariño que siempre le he intentado transmitir y que ella me ha devuelto amplificado. ¡Cuando termine nuestro mutuo agobio tendremos muchas más cosas que contarnos! Besos grandes, dulces y cariñosos para ella.
Ahora, cine. Ya sabéis que me encanta, así que voy a hablaros de la película que acabo de ver. Fiebre del sabado noche. ¿No la había visto? Pues no, y llevaba mucho tiempo con ganas de hacerlo. ¿Qué si me ha gustado? Pues a medias. Creo que lleva dentro un mensaje subyacente -y vaya un palabro- que sólo se aprecia en la última media hora de película. Me he pasado el resto de las casi 2 horas esperando que pasara algo, siempre a punto de caramelo...es como salir con una chica que te gusta y pensar: "hoy es el día" y nunca llega ese día, al final te cabreas. Pues esa sensación me queda de la peli de Travolta.
Apunta muy alto: Manero es un gilipollas, rodeado de gilipollas, que vive de forma gilipollas y que supones verá la "luz" algún día. Tiene momentos en los que esperas que la vea: la pobre chica que se humilla porque le quiere -que pena da-, la crisis de su hermano, el amigo que ha dejado embarazada a otra amiga...pero no termina de despegar, no termina de pasar algo. Hay que esperar a la última media hora para que las frases empiecen a ser inteligentes, para que todo llegue a su final. Como idea no está mal, un desarrollo que lleva a un desenlace interesante, pero ese desarrollo es demasiado lento y demasiado largo. Aburre y la peli huele de lo pasada que está, el tiempo que ha transcurrido desde el 77 se nota.
Esa es mi opinión. De un 1 a un 10, lo dejo en un 6,5. No llega al notable. Eso sí, Travolta baila que lo flipas y los Bee Gees siguen siendo mis ídolos discotequeros.
Un último detalle: en la peli Manero dice que tiene 19 tacos. Tenía 23 y a esas edades se nota un montón 4 años, canta que alucinas. ¿Por qué no buscaron a un bailarín de 19 en lugar de a Johnny? Misterios de Hollywood, pero desde luego le hicieron un favor porque se ha hecho todo un carrerón desde entonces.