17.3.04

Leo unas declaraciones de Almodovar que dicen que el PP preparaba un golpe de estado el sábado. Y alucino. No me gusta demasiado el cine de Almodovar, no me gustó que mientras Michael Moore se la jugaba hablando contra la guerra con su oscar en la mano, nuestro manchego universal diera simplemente las gracias a la Academia. Y luego despotricase del cine comercial yanki. Creo que Almodovar ha caído en lo que caen las personas cuando llevan demasiado tiempo endiosados: se alejan de la realidad y viven en un cuento de hadas.
Yo le recomiendo a D. Pedro que viaje más en metro, que tome cañas en el bar de su barrio, que acuda a menos fiestas guay, que vaya él mismo a hacer la compra y que esté más cerca de la realidad. No dudo que tiene buena intención pero el ejército no es lo que era y el PP, aunque a veces no lo parezca, es un partido demócrata. Han perdido y les habrá jodido, a mi también me habría jodido, pero no creo que ninguno de sus dirigentes sean tan estúpidos como para que ni siquiera se les hubiera pasado por la cabeza semejante barbaridad. ¿Qué habría dicho la UE? Imaginad la movida. Aunque seguro que a impresentables como Bush o Berlusconi la cosa les pondría.
También he leído un documento sobre la teoría de la conspiración en el que dice más o menos que el atentado del jueves lo hizo la CIA para que se reelija a Bush. Con dos cojones. Y da una serie de razones a cual más estúpida para demostrarlo. No creo que la cosa sea tan complicada: en nuestro mundo hay muchos fanáticos, algunos son violentos, Bush lo es a su manera y Bin Laden y otros lo son a la suya. Igual de malos son unos que otros. Tenemos que cambiar.
Laura tiene una amiguita que dice -y seguro que se lo han enseñado sus padres- que prefiere vivir con Franco que con Zapatero. No sabe lo que dice y es triste que en el siglo XXI haya padres que enseñen cosas así a sus hijos. Sobre todo porque ya han vivido bajo un gobierno socialista y aquí no pasó nada grave que yo recuerde. Si hubiera pasado algo ellos no podrían educar así a su hija. Esa niña -sin corazón y sin cerebro- tiene una hermana algo más pequeña que es absolutamente racista: no se acerca a los compañeros de clase que no son españoles y hay unos cuantos. Qué triste, de verdad.