16.3.04

Un ministro nunca debe dar su opinión en público, siempre la de su gobierno. Y menos un portavoz. Un ministro debe hablar con datos en la mano. Y no hacerlo apresuradamente. Menos si es el portavoz.
Y por último la manifestación. No soy partidario de ellas porque siempre van los mismos. Y no sirven de nada. ¿Repulsa? Ya saben que hay repulsa tanto Al Qaeda como la ETA.
Además siempre digo una cosa: ¿quien nos protege de ellos? Hay policía, servicios secretos, inteligencia militar...a todos ellos les pagamos y han hecho mal su trabajo. No les acuso. Es duro, difícil y estoy seguro que en muchos casos imposible detectar si va a haber un atentado. Pero es uno de sus trabajos el hacerlo y si lo hacen mal...¿acaso un presidente de una empresa si sus acciones caen en picado -lo que también es impredecible- no dimite?, ¿si hay una catástrofe y la organización sanitaria del hospital más cercano es nefasta -lo que es impredecible- no dimite el director del hospital?, ¿si tu, que estás leyendo estas líneas y vendes cualquier cosa, dejas de vender por cualquier motivo impredecible, acaso, digo, no te despide tu jefe? Estamos hartos de ver pelis de médicos a lo que un error -y la muerte del paciente- lleva a la depresión...si, son películas. ¿No dimitió el ministro japonés cuando lo del gas sarín?
Pues aquí no ha dimitido nadie. Estaban los primeros en la manifestación, limpiando sus conciencias.