3.2.06

Nintenditis o cómo funciona la evolución

Parece que en Japón están apareciendo los primeros casos de lo que se ha llamado Nintenditis. Esta curiosa palabra mezcla entre Nintendo y Tendinitis ha sido utilizada para definir una afección dolorosa que sufren los que pasan horas y horas manejando su pulgar en las consolas portátiles -de ahí lo de Nintenditis-.
Ese uso exagerado del miembro hará que en unas generaciones -probablemente en unos miles añitos- los seres humanos a base de entrenarlo tengan más desarrollado el pulgar. Error. Quien piense eso no sabe como funciona la evolución.
La evolución funciona a través de mutaciones, cambios que se hacen más útiles para el individuo y que son transmitidos a sus descendientres. Pero atención: los cambios que se producen a lo largo de una vida -ontogenéticamente- no pueden ser heredados -filogenéticamente- porque esos cambios no producen mutaciones: si yo paso 10 horas diarias durante mi vida tecleando en el ordenador sería posible que mis dedos acabaran deformes, pero esa característica no podrá ser heredada por mi hija. Lo mismo pasaría si esas 10 horas las dedicara a ejercer mis habilidades con la Nintendo. O si fuera culturista.
Pero todo tiene solución y además me sirve para daros una humilde lección sobre la evolución ahora que el tema del Diseño Inteligente está tan de moda.
Imaginad que habéis nacido con unos pulgares extremadamente fuertes a causa de una mutación: vuestra musculatura es especialmente poderosa en esa humilde parte de vuestro cuerpo y os convertís sin esfuerzo en todos unos magníficos jugadores de Nintendo DS. ¡OOOOOh! ¡Eso mola! ¡Las chicas caen rendidas a vuestros piés! Si las chicas -o chicos- caen rendidos a vuestros piés la probabilidad de reproduciros -con ellas o ellos- será muy superior a la de los pobres pringados que no nos comemos una rosca porque nuestros pulgares son normales y no pasamos de los 100 puntos en el Mario World. Y eso no mola.
Aquí tenéis como funciona la evolución: vuestra mutación es muy posible que sea heredada por vuestros hijos -y tendréis muchos más hijos u oportunidades para tenerlos que los pringados- y en unas generaciones los súperpulgares serán una característica diferenciadora de vuestra especie: los Nintendotis.