Después de estar esta mañana en casa de mi padre me llama desesperado a las cuatro y media. ¡No le funciona el modem! ¿Qué has tocado? -me dice de malos modos y medio histérico. Le contesto que nada y que iré mañana. Luego lo pienso mejor y le llamo para acercarme esta misma tarde: está comunicando, comunicando, comunicando... está llamando por teléfono a sus amigas del Messenger para decirles que hoy no se conectará. Esta mañana se me ha escondido en la cocina para hablar con "alguien" mientras yo le instalaba el Powerpoint. Me voy a su casa y cuando intento conectarme...¡sorpresa! Todo funciona a la perfección. Me imagino que le ha dado dos veces al icono y se le ha colgado. En lugar de comprobarlo se ha puesto todo nervioso. Me asusta, de verdad. Me ha tenido dos horas enseñándome una y otra vez las mismas fotos -que tiene archivadas en una carpeta en papel- de sus amigas del chat. Y contándome las mismas cosas. Vive sólo para eso. Le he ofrecido que se viniera conmigo, con Marisa y con mi hermano al centro -habíamos quedado- y no ha querido. ¿Por qué? Antes de que me fuera yo ya estaba chateando, por eso.