Voy a dejar la Academia de doblaje. Hoy ya ha sido el colmo. Resulta que efectivamente mi profesor -que ya os conté no parece saber mucho-, es Vigilante Jurado en un centro de menores. Ni actor de doblaje -aunque el primer día a mi me dijo que era "actor"-, ni locutor, ni nada de nada. Es un alumno aventajado del director de la Academia...y sigue recibiendo clases. Vamos, una auténtica tomadura de pelo. Lo peor de todo es que él encima se cree el Rey del doblaje y hoy hasta ha llegado en plena clase a pedirle a una compañera que trabaja en la radio que "por qué no me haces una pruebecita". ¿Y así voy a conseguir yo trabajo de actor de doblaje? Nunca. Y no estoy como para tirar el dinero. La pena es que ya he pagado este mes pero en diciembre se acabó.

"Nadie recordaría al buen samaritano, si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero."
Margaret Thatcher