4.12.04

Publicado en Times On Line el 14 de noviembre

Los mejores científicos se preguntan: ¿es la vida solo un sueño?

Por Jonathan Leake

Trad. Javier de la Guardia

Pensamientos Profundos, la supercomputadora creada por el novelista Douglas Adams, llegó primero, pero la auténtica astronomía tiene sus dudas. El profesor Sir Martin Rees sugiere que ?la vida, el universo y todo? podría no ser más que una gigantesca simulación informática con humanos reducidos a bits de software.

Rees, profesor de astronomía de la Royal Society en la Universidad de Cambridge, dice que ya es posible concebir computadoras tan potentes que podrían construir un completo universo virtual.

La posibilidad de que lo que tenemos a nuestro alrededor no exista realmente ha sido propuesta por filósofos muchas veces desde los antiguos griegos y aparece en repetidas ocasiones en la ciencia ficción.

Sin embargo, muchos científicos la han negado en muchas ocasiones con el pretexto de que el universo es demasiado complejo y consistente para ser una simulación.

A pesar de eso, la idea se mantiene, popularizada en películas como Vanilla Sky o Matrix.

Asimismo fue la base de La guía del autoestopista galáctico, escrita por Adams, que murió en el año 2.001. En esta novela, Pensamientos Profundos crea la Tierra y sus habitantes humanos como una gigantesca máquina de calcular para contestar a la pregunta definitiva.

La reposición en la BBC de la versión radiofónica de La guía del autoestopista añadió la contribución de Rees al debate, y en él, el astrónomo propuso que las descripciones de Adams puede que sean ciertas después de todo.

En su documental televisivo, Lo que desconocemos todavía, Rees comenta Desde hace unas pocas décadas, los ordenadores han evolucionado desde unas pequeñas simulaciones hasta la creación de complejos mundos virtuales repletos de detalles. Si continuamos a ese ritmo es fácil imaginar máquinas capaces de generar mundos tan complejos como el que habitamos y esto nos permite hacernos la pregunta filosófica: ¿es posible que nosotros mismos formemos parte de una simulación y que el universo sea simplemente un tipo de cofre celestial en lugar del mundo real? En un cierto sentido nosotros seríamos una creación de la simulación.

Rees enfatiza que esto es tan sólo una teoría, pero que está siendo discutida intensamente por otros eminentes físicos y cosmólogos.

Entre ellos se encuentra John Barrow, profesor de ciencias matemáticas en la Universidad de Cambridge. Este científico postula que el universo posee un grado de perfección que le convierte en seguro para los organismos vivos.

Incluso la más pequeña alteración de una fuerza fundamental o constante como la gravitación haría que las estrellas explotasen, los átomos se desintegrasen, y el mundo tal y como lo conocemos se hiciera inhabitable. Ese grado de perfección, dice Barrow, puede ser tomado como evidencia de la labor de algún tipo de inteligencia superior.

Civilizaciones sólo ligeramente más avanzadas que la nuestra tendrían la capacidad de simular universos en los cuales entidades conscientes pudieran crearse y comunicarse entre sí.

La idea de que la vida, el universo y todo pudiera ser una ilusión data de hace más de 2.000 años. Chiang Tzu, filósofo chino que murió en el año 295 a. de C., se preguntó si la vida no era más que un sueño.

Descartes, en el siglo XVII, se hizo la misma pregunta y llegó a la conclusión de que éramos reales diciendo pienso, luego existo.

La misma idea surgió de la mente de Bertrand Russell, quien sugirió que los humanos podríamos ser cerebros en botes estimulados por corrientes químicas o eléctricas, una idea que rápidamente fue desarrollada por escritores de ciencia ficción como Isaac Asimos.

Sin embargo, algunos académicos han echado un jarro de agua fría sobre la noción de un universo creado por máquinas, por ejemplo Seth Lloyd, profesor de mecánica cuántica del Instituto Tecnológico de Massachussets, comentó recientemente que tal súper computadora debería ser inimaginablemente grande.

La guía del autoestopista galáctico es un gran libro, pero nada más que ficción, concluyó.

2.12.04


Dos hermanos Posted by Hello

Disculpadme, os tengo abandonados. Llevo unos días un poco descentrado y no me apetece mucho escribir. En estos casos lo mejor es "estructurar" y marcarse una pauta...

Leyendo: O recién terminado, La noche del Oráculo de Paul Auster. Im-pezionante -al estilo Jesulín- novela tan real como la vida misma. La idea principal es que la vida es un caos, que en cada momento te puede pasar cualquier cosa y casi siempre será mala. De eso va la novela. Termina con un hilo de esperanza pero para marcar que, como yo sostengo, la vida son dos días y uno y medio está nublado. Me ha encantado. Me recuerda a John DosPassos, Faulkner -con sus correspondientes correcciones de tiempo y prosa-, a esas novelas americanas deprimentes de los años 30. Realismo de la Gran Depresión pero con un estilo actual. Una auténtica maravilla. Me dió rabia cuando se acabó y me leí las casi 300 páginas en menos de una semana. Y en el metro.

Escuchando: Manu Chao acaba de sacar un librodisco en Francia que en España tan sólo se vende en la FNAC. Claro; es que como cuesta dinero editar un libro junto a un disco pues nadie va a editarlo. ¡Pobres discográficas que no se mantienen con sus beneficios!
Pues a Manu Chao le ha dado por convertirse en "chansonnier". Acordeón, guitarra, ritmos sencillos y melódicos. Y una letras -que merci Dieu- entiendo casi por completo y que son preciosas. "J'ai besoin de toi, tout a côte de moi", dice en la canción más bonita. El disco se llama Siberie m'etait contée y es una auténtica maravilla. Me lo bajé con el emule, claro.

Visto: Dos hermanos. Estuve anoche en el preestreno de la última película de Jean Jaques Annaud -El Oso, El nombre de la Rosa, En busca del fuego...-. Él estuvo allí con un pelucón que lo flipas. Es una película muy interesante. Muy parecida a El Oso. La fotografía es genial -luces, tiros de cámara, óptica...- Camboya tiene que ser soberbia. El argumento es más familiar que infantil y el director ha conseguido navegar entre la sensiblería y la dureza de forma admirable: no hay excesos de ninguna de las dos cosas en la película y se agradece. Me gustó mucho más de lo que yo pensaba. Podría definirse como bonita y a mi me gustan las cosas "bonitas".

Por último recomendaros la columna de Javier Marías en el País Semanal del pasado domingo. Muy, muy aleccionador como casi siempre -está en la última página-. Aunque habla de política, sus conclusiones sobre el "pasar página" son muy interesantes y se pueden aplicar a todos los aspectos de la vida.

Ayer me volví del curso con uno de los frikis. Se llama Eugenio, es un tipo de unos 50 tacos que vive en el infierno. Su padre tiene 90 y Alzheimer, a su madre la atracaron hace dos años y le dieron un golpe que le produjo un hematoma subdural -en el interior del cráneo- que la ha dejado casi impedida. Él toma tranquilizantes porque está hecho polvo y sus "amigos" se ríen de él. Es raro y lo raro no está bien visto. Cuando me bajé del metro me paré en el andén y tuve que respirar hondo para que no se me saltaran las lágrimas. Intentaré ocuparme de él pero con cuidado porque me da miedo que se "apegue" demasiado esa gente porque yo tampoco soy la madre Teresa de Calcuta y lo asumo.

Me voy a dar clases de fotografía e iluminación.

28.11.04

Vengo de ver Melinda y Melinda, la nueva peli de Woody Allen. Allen siempre es bueno pero en esta película ha pinchado un poco. El argumento está bien, cuenta con toda la "filosofía" del genial cineasta, tiene excelentes frases, pero le cuesta mucho arrancar, aburre al principio y para cuando se anima ya está a punto de acabar. No es que no tenga nivel pero está muy lejos de "Misterioso asesinato en Manhattan", "Poderosa Afrodita" o "Gángsters de medio pelo", por citar algunas de las obras de Woody Allen que más me han gustado en los últimos años.
"Melinda y Melinda" no pasará a la historia como una de las mejores pelis de Allen, es una obra menor. Y lo que menos me ha gustado es el doblaje: no por las voces, aunque hay alguna lamentable, es por la dirección que las deja planas y la realización. Un ejemplo: Melinda habla con dos amigos en la puerta de su casa, en el descansillo de la escalera, el tono es bajo, casi susurran, ellos bajan la escalera, se despiden a voces y le dicen que si quiere acompañarles y ella habla con ellos...en el mismo tono que usó cuando estaban a su lado. No había profundidad en el sonido. Una pena.
Por último resulta curioso ver las frases típicas de los personajes de Allen en boca de otro actor que hace el papel que él debería haber hecho de no tener tantos años.

Estos chicos fueron invitados a la reunión de los artistas musicales con el presi del gobierno en el día de la música. He leído sus comentarios y los pobres fliparon con las gilipolleces que dijeron sus cretinos compañeros de profesión.
Hacen buena música, venden los discos baratos y están en contra del canon, de la SGAE, piensan que los negritos no tienen la culpa del top manta y que el bajarse música de Internet y robar un banco no es lo mismo.
Junto a todo esto me gusta su música: he comprado el disco. Hay una opción en la web para escucharlo. Deberíais hacerlo. Mola mazo.

Pueblo Records, Independent Music Label

"Hoy veo en tus ojos que el sexo que tienen con él no es muy bueno. I know you: tus ojos no pueden (ni siquiera lo intentan) mentirme. Es entendible, otra cultura, otros climas. La neblina, esa humedad fría que nos venden las historias de Sir Arthur Conan Doyle: Baker Street. También puedo leer (fuck, odio este lenguaje psicoanalítico que me está minando) otras (muchas) cosas. Tu forma de gesticular mínimamente. La comisura de los labios. La apenas semisonrisa con esos blanquísimos hipnotizantes dientes.
Es tiempo de que lo sepas. Aunque, desde ya te aclaro: el momento en que tus ojos leen esto no hacen mas que soplar las cenizas de una hoguera ritual de lo que fue una civilización antigua y que hoy apenas si sospechamos. Es decir: Ahora todo esta vencido. Si puedo escribirlo, bajarlo al papel es porque ya ni me importa: nevermind, whatever.
Lo que me hace mal es buscar en tu vos, en tu conversación un dejo de esperanza. Que algo me confirme que no estoy haciendo mal. Buscar, obsesivamente una pequeña porción de polvo cósmico que signifique algo: hope."
Escritor argentino sin publicar...