18.3.07

La cuña verde de O'Donnell

Hoy he estado viendo el parque que inaugura la cuña verde de O'Donnell Fue inaugurado por el señor alcalde el verano pasado con grandes titulares y ahí se quedó tal cual, no han construido un metro más desde el día del estreno.

Está a dos minutos de mi casa andando, cinco si voy de rodillas y lo que han hecho es ajardinar la entrada a un "descampado" que realmente baja entre el cementerio de la Almudena y Moratalaza hasta Vicálvaro paralelo a O'Donnell. ¡Pero ya era campo! Jugar a decir que "hemos creado un parque nuevo" por poner 10 bancos y dos zonas de juego a la entrada de un descampado es una falacia. No niego que hay arbolitos, césped, unas cuantas papeleras -no muchas- y unos tubos por el suelo de los de riego automático pero no hay un "parque" como tal. Eso es como limpiar un descampado, dejar que crezca la maleza, ponerle un par de bancos y decir que se ha hecho una zona verde. Verde es, pero por accidente.
En cualquier caso estaba lleno de gente paseando y en primavera las plantas salvajes lo harán todo verde. Sólo sirve para pasear, no hay bancos más que en la entrada, pero...
Y encima volverá a ganar las elecciones.
Postdata: el túnel de la carretera de Extremadura está tan lleno de humo que no se ven los carteles que anuncian las salidas. O no funcionan los extractores o no son suficiente. Si pudiera pararme haría una foto para que lo vierais.

¡Qué bonito vídeo musical!

Ayer vi Eragon...olvidable de inmediato. Un Señor de los anillos venido a menos. De todos modos destacar el pedazo de voz de Jeremy Irons. Nunca le había escuchado en inglés y me pareció impresionante.

Hoy he visto María Antonieta. Antes de ponerla a parir diré que me ha gustado, es un bonito vídeo musical. Sofía Coppola tiene suerte de que papí sea quien es porque la verdad es que hace pelis muy bonitas, muuuuy bonitas y muuuuuy vacías de contenido.
María Antonieta muestra a la última reina de Francia como una adolescente muuuuy maja y simpática, con un calentón importante porque es incapaz de ponérsela dura al mediogay de su marido -que también es muuuuuy majo él-; se lo pasan los dos en grande, son buena gente y al final van y los matan porque el pueblo pasa hambre. ¡Malo pueblo!¡Malo!.
Todo aderezado con una fotografía preciosa, una excelente música moderna y unos toquecitos de carnaza, pocos, pero bien escogidos.
Historia ficción pura y dura porque los dos últimos dos reyes de Francia estuvieron a punto de matar de hambre a su pueblo, eran unos inconscientes preocupados por el lujo y fueron masacrados por las masas a las que habían explotado durante generaciones. Lo que pasó después tampoco es defendible -las guerras civiles son lo peor de lo peor-, pero desde luego la historia de Sofía Coppola es una chorrada. Ha construido un cuento de hadas con final triste que se deja ver con interés por sus virtudes "artísticas" pero que no pasa de ser más falso que un euro de madera.
Para contar cuentos de hadas lo mejor es inventarse a los personajes, no coger los históricos y convertirlos en pobres, sufridoras e inocentes marionetas del destino.
¡Qué mona era María Antonieta y que mal lo pasó porque no se quedaba preñadita!